Por: Natalia Herrera

Cada año, Múnich se transforma en el epicentro de una de las festividades más icónicas del mundo: el Oktoberfest. Después de vivirlo en carne propia, puedo decir que no se trata solo de cerveza y música. Es una inmersión total en la cultura bávara, en donde cada detalle está pensado para deleitar a los sentidos.

Aquí te comparto mis recomendaciones de dónde comer, festejar y hospedarte, para que tu experiencia sea inolvidable.

¿Dónde festejar?
El Oktoberfest es famoso por sus gigantescas carpas de cerveza, y cada una tiene su propio encanto. Si buscas algo tradicional y lleno de vida, la carpa Schottenhamel es la opción ideal. Es la carpa más antigua y el corazón del festival, donde cada año se da el primer brindis. Para algo más festivo, te recomiendo Hofbräu-Festzelt, conocida por su ambiente alegre y su música en vivo que pone a todos a bailar.

Si prefieres un ambiente más exclusivo, Käfers Wiesn-Schänke es una excelente alternativa. Un entorno más relajado y sofisticado, donde podrás disfrutar de la fiesta en un ambiente de lujo. Otra opción selecta es Weinzelt, que ofrece vinos excepcionales y champán para quienes buscan una alternativa más refinada a la cerveza.

¿Dónde comer?
Cuando de comida se trata, Múnich ofrece una variedad de opciones tradicionales y gourmet. Si buscas una experiencia auténtica, comienza el día en Schneider Bräuhaus, un restaurante histórico que sirve el clásico desayuno bávaro con Weißwurst (salchicha blanca), pretzels y cerveza de trigo. Si prefieres un ambiente más exclusivo, Alois Dallmayr es un lugar icónico para disfrutar platillos alemanes refinados en un entorno elegante.

En el propio festival, el restaurante Feinkost Käfer dentro del recinto es una parada obligatoria. Ofrecen cocina tradicional bávara con un toque gourmet, como el famoso Schweinshaxe (codillo de cerdo asado) y ensaladas frescas.

Foto: cortesía

¿Dónde hospedarte?
Para descansar, Múnich ofrece hoteles de lujo que te harán sentir como en casa. Mi primera recomendación es el icónico Bayerischer Hof, un hotel de cinco estrellas en pleno centro de la ciudad. Su spa en la azotea con vistas panorámicas de Múnich es el lugar perfecto para relajarte después de un día lleno de emociones y fiesta. 

Otra opción excelente es el Mandarin Oriental, que combina la elegancia clásica con toques modernos. Si buscas algo más boutique, el Hotel Vier Jahreszeiten Kempinski ofrece una experiencia de lujo discreto con un servicio impecable.

Ya sea que estés buscando un ambiente festivo, una comida excepcional o un descanso de lujo, Múnich tiene todo para hacer del Oktoberfest una experiencia inolvidable.