Confieso que nunca había considerado aplicar bloqueador solar antes de un vuelo. Es fácil caer en la trampa de pensar que una vez dentro del avión, resguardados por su estructura metálica y a kilómetros del suelo, estamos a salvo de los elementos. La realidad es que, a más de 10 mil pies de altura, nuestra piel enfrenta un reto mucho mayor que cuando estamos en tierra.
25 de octubre, 2024